Es la manera mas espontanea del ser humano para contar algún acontecimiento
Procedimiento dialogal:
La forma directa es mas ágil, ya que los personajes
se ubican en el espacio y el tiempo, actuando sin intermediarios, la indirecta
es cuando el narrador hace o ejecuta el dialogo de los personajes
—No... No es necesario. Le ruego. Camine trece pasos
hacia el frente y encontrara la escalera a su derecha. Suba, por favor. Son
veintidós escalones. Cuéntelos. Ahí
—Señora —
—Ahora a su izquierda. La primera puerta. Tenga la
amabilidad.
—Felipe Montero. Leí su anuncio.
—Si, ya se. Perdón no hay asiento.
—Estoy bien. No se preocupe.
—Esta bien. Por favor, póngase de perfil. No lo veo bien.
Que le de la luz. Así. Claro.
—Leí su anuncio. . .
—Claro. Lo leyó. ¿Se siente calificado?— Avez vous fait
des etudes?
—A Paris, madame.
—Ah, oui, ga me fait plaisir, toujours, toujours,
d'entendre. .. oui. .. vous savez... on etait telle-ment habitue. . . et
apres...
—Voy al grano. No me quedan muchos años por delante,
señor Montero, y por ello he preferido violar la costumbre de toda una vida y
colocar ese anuncio en el periódico.
—Si, por eso estoy aquí.
-Bueno, desearía saber algo más... Naturalmente. Es usted
curioso. —Le ofrezco cuatro mil pesos. —Si, eso dice el aviso de hoy—Ah,
entonces ya salió.
—Si. Entonces acepta—Si, ya salió.
—Se trata de los papeles de mi marido, el general
Llorente. Deben ser ordenados antes de que muera. Deben ser publicados. Lo he
decidido hace poco.
—Y el propio general, ¿no se encuentra capacitado
para...?
—Murió hace sesenta años, señor. Son sus memorias
inconclusas. Deben ser completadas. Antes de que yo muera.
—Pero...
—Yo le informare de todo. Usted aprenderá a redactar en
el estilo de mi esposo. Le bastará ordenar y leer los papeles para sentirse
fascinado por esa prosa, por esa transparencia, esa, esa. . .
—Si, comprendo.
—Saga. Saga. ¿Dónde esta? dice, Saga...
— ¿Quien?
—Mi compañía.
— ¿El conejo?
—Si, volverá.
—Entonces se quedara usted. Su cuarto esta arriba. Allí
si entra la luz.
—Quizás, señora, seria mejor que no la importunara. Yo
puedo seguir viviendo donde siempre y revisar los papeles en mi propia casa...
—Mis condiciones son que viva aquí. No queda mucho
tiempo.
—No se...
—Aura...
—Le dije que regresaría...
— ¿Quien?
—Aura. Mi compañera. Mi sobrina.
—Buenas tardes.
—Es el señor Montero. Va a vivir con nosotras
—Si. Voy a vivir con ustedes.
—Aquí es su cuarto. Lo esperamos a cenar dentro de una
hora.
— ¿Se encuentra cómodo?
—Si. Pero necesito recoger mis cosas en la casa donde...
—No es necesario. El criado ya fue a buscarlas.
—No se hubieran molestado.
—Perdón
—No. La señora Consuelo se siente débil esta noche. No
nos acompañara.
—¿La señora Consuelo? ¿Su tía?
—Si. Le ruega que pase a verla después de la cena.
—¡Ah!
—Entonces. . . ¿quiere usted salir?
—No urge
—Gracias
—Señora. . . Señora...
—Llega, Ciudad de Dios; suena, trompeta de Gabriel; ¡Ay,
pero como tarda en morir el mundo!
—Perdón. .. Perdón, señor Montero... A las viejas solo
nos queda. .. El placer de la devoción.. . Páseme el pañuelo, por favor.
—La señorita Aura me dijo. . .
—Si, exactamente. No quiero que perdamos tiempo... Debe.
.. Debe empezar a trabajar cuanto antes. .. Gracias...
—Trate usted de descansar.
—Gracias. .. Tome...
—En aquel rincón. . . Abra ese baúl y traiga los papeles
que están a la derecha, encima de los demás. . . amarrados con un cordón
amarillo...
—No veo muy bien. . .
—Ah, si... Es que yo estoy tan acostumbrada a las
tinieblas. A mi derecha. . . Camine y tropezara con el arcón. . . Es que nos
amurallaron, señor Montero. Han construido alrededor de nosotras, nos han
quitado la luz. Han querido obligarme a vender. Muertas, antes. Esta casa esta
llena de recuerdos para nosotras. Solo muerta me sacaran de aquí. .. Eso es.
Gracias. Puede usted empezar a leer esta parte. Ya le iré entregando las demás.
Buenas noches, señor Montero. Gracias. Mire: su candelabro se ha apagado.
Enciéndalo afuera, por favor. No, no, quédese con la llave. Acéptela. Confió en
usted.
—Señora… Hay un nido de ratones en aquel rincón. . .
— ¿Ratones? Es que yo nunca voy hasta allá...
—Debería usted traer a los gatos aquí.
— ¿Gatos? ¿Cuales gatos? Buenas noches. Voy a dormir.
Estoy fatigada.
—Buenas noches.
—Buenos días, señor Montero. ¿Durmió bien?
—Si. Leí hasta tarde.
La dama agitara una mano, como si deseara alejarte.
—No, no, no. No me adelante su opinión. Trabaje sobre
esos papeles y cuando termine le pasare los demás.
—Esta bien, señora. ¿Podría visitar el jardín?
— ¿Cual jardín, señor Montero?
—El que esta detrás de mi cuarto.
—En esta casa no hay jardín. Perdimos el jardín cuando
construyeron alrededor de la casa.
—Pensé que podría trabajar mejor al aire libre.
—En esta casa solo hay ese patio oscuro por donde entro
usted. Allí mi sobrina cultiva algunas plantas de sombra. Pero eso es todo.
—Esta bien, señora.
—Deseo descansar todo el día. Pase a verme esta noche.
—Esta bien, señora.
—Me he fatigado. No debería comer en la mesa. Ven, Aura,
acompáñame a la recamara.
— ¿No le gustan los animales?
—No. No particularmente. Quizás porque nunca he tenido
uno.
—Son buenos amigos, buenos compañeros. Sobre todo cuando
llegan la vejez y la soledad.
—Si. Así debe ser.
—Son seres naturales, señor Montero. Seres sin
tentaciones.
— ¿Como dijo que se llamaba?
— ¿La coneja? Saga. Sabia. Sigue sus instintos. Es
natural y libre.
—Creí que era conejo.
—Ah, usted no sabe distinguir todavía.
—Bueno, lo importante es que no se sienta usted sola.
—Quieren que estemos solas, señor Montero, porque dicen
que la soledad es necesaria para alcanzar la santidad. Se han olvidado de que
en la soledad la tentación es más grande.
—No la entiendo, señora.
—Ah, mejor, mejor. Puede usted seguir trabajando.
—Siéntate en la cama, Felipe. —Si.
—Vamos a jugar. Tú no hagas nada. Déjame hacerlo todo a
mí.
—El cielo no es alto ni bajo. Esta encima y debajo de
nosotros al mismo tiempo.
— ¿Me querrás siempre?
—Siempre, Aura, te amare para siempre.
— ¿Siempre? ¿Me lo juras?
—Te lo juro.
— ¿Aunque envejezca? ¿Aunque pierda mi belleza? ¿Aunque
tenga el pelo blanco?
—Siempre, mi amor, siempre.
— ¿Aunque muera, Felipe? ¿Me amaras siempre, aunque
muera?
—Siempre, siempre. Te lo juro. Nadie puede separarme de
ti.
—Ven, Felipe, ven...
—El desayuno esta listo
—Aura. Basta ya de engaños
— ¿Engaños?
—Dime si la señora Consuelo te impide salir, hacer tu
vida; ¿por qué ha de estar presente cuando tu y yo?; dime que te iras conmigo
en cuanto. . .
— ¿Irnos? ¿A dónde?
—Afuera, al mundo. A vivir juntos. No puedes sentirte
encadenada para siempre a tu tía... ¿Por qué esa devoción? ¿Tanto la quieres?
—Quererla. . .
—Si ¿por qué te has de sacrificar así?
— ¿Quererla? Ella me quiere a mí. Ella se sacrifica por
mí.
—Pero es una mujer vieja, casi un cadáver; tú no
puedes...
—Ella tiene más vida que yo. Si, es vieja, es repulsiva..
. Felipe, no quiero volver... no quiero ser como ella. . . otra...
—Trata de enterrarte en vida. Tienes que renacer, Aura.
..
—Hay que morir antes de renacer. No. No entiendes.
Olvida, Felipe tenme confianza.
—Si me explicaras...
—Tenme confianza. Ella va a salir hoy todo el día...
— ¿segura?
—Si, la otra.
— ¿Va a salir? Pero si nunca.
—Si, a veces sale. Hace un gran esfuerzo y sale. Hoy va a
salir. Todo el día... Tú y yo podemos...
— ¿irnos?
—Si quieres...
—No, quizás todavía no. Estoy contratado para un trabajo.
Cuando termine el trabajo, entonces si...
—Ah, si. Ella va a salir todo el día. Podemos hacer
algo...
— ¿Que?
—Te espero esta noche en la recamara de mi tía. Te espero
como siempre.
—Hoy no estaré en la casa, señor Montero. Confío en su
trabajo. Adelante usted. Las memorias de mi esposo deben ser publicadas.
—Aura...
Repetirás: —Aura. . .
—Aura. . .
—No... No me toques. . . Acuéstate a mi lado. . .
—Ella puede regresar en cualquier momento. . .
—Ella ya no regresara.
— ¿Nunca?
—Estoy agotada. Ella ya se agoto. Nunca he podido
mantenerla a mi lado más de tres días
—Aura. . '.
—No... No me toques. . .
—Aura. . . te amo
—Si, me amas. Me amaras siempre, dijiste ayer. ..
—Te amare siempre. No puedo vivir sin tus besos, sin tu
cuerpo.
— Bésame el rostro; solo el rostro.
—Volverá, Felipe, la traeremos juntos. Deja que recupere
fuerzas y la haré regresar.
Procedimiento descripción:
Se emplean descripciones muy minuciosa y abundantes,
mediante la descripción el autor puede precisar con detalle todo lo que ve
a su alrededor.
''Distraído, dejas que la ceniza del cigarro caiga dentro
de la taza de te que has estado bebiendo en este cafetín sucio y barato''.
''Levantaras la mirada a los segundos pisos: allí nada
cambia. Las sinfonolas no perturban, las luces de mercurio no iluminan, las
baratijas expuestas no adornan ese segundo rostro de los edificios. Unidad del
tezontle, los nichos con sus santos truncos coronados de palomas, la piedra
labrada de barroco mexicano, los balcones de celosía, las troneras y los
canales de lamina, las gárgolas de arenisca. Las ventanas ensombrecidas por
lar-gas cortinas verdosas: esa ventana de la cual se retira''
''alguien en cuanto tu la miras, miras la portada de
vides caprichosas, bajas la mirada al zaguán despintado y descubres 815, antes
69. Tocas en vano con esa manija, esa cabeza de perro en cobre, gastada,
sin relieves: semejante a la cabeza de un feto canino en los museos de ciencias
naturales''
''Tocas esa puerta que huele a pino viejo y húmedo;
buscas una manija; terminas por empujar y sentir, ahora, un tapete bajo tus
pies. Un tapete delgado, mal extendido, que te hará tropezar y darte cuenta de
la nueva luz, grisácea y filtrada, que ilumina ciertos contornos''.
''Levemente, iluminan otras luces que son corazones de
plata, frascos de cristal, vidrios enmarcados, y solo detrás de este brillo
intermitente veras, al fondo, la cama''
''Te apartaras para que la luz combinada de la plata, la
cera y el vidrio dibuje esa cofia de seda que debe recoger un pelo muy blanco y
enmarcar un rostro casi infantil de tan viejo. Los apretados botones del cuello
blanco que sube hasta las orejas ocultas por la cofia, las sabanas y los
edredones velan todo el cuerpo con excepción de los brazos envueltos en un chal
de estambre, las manos pálidas que descansan sobre el vientre: solo puedes
fijarte en el rostro''
''Ella te sorprendera observando la mesa de noche, los
frascos de distinto color, los vasos, las cucharas de aluminio, los cartuchos
alineados de pildoras y comprimidos, los demas vasos manchados de liqui- dos
blancuzcos que estan dispuestos en el suelo, al alcance de la mano de la mujer
recostada sobre esta cama baja. Entonces te daras cuenta de que es una cama
apenas elevada sobre el ras del suelo, cuando el conejo salte y se pierda en la
oscuridad.''
''hacia el tragaluz inmenso que hace las veces de techo.
Sonríes al darte cuenta de que ha bastado la luz del crepúsculo para cegarte y
contrastar con la penumbra del resto de la casa. Pruebas, con alegría, la
blandura del colchón en la cama de metal dorado y recorres con la mirada el
cuarto: el tapete de lana roja, los muros empapelados, oro y oliva, el sillón
de terciopelo rojo, la vieja mesa de trabajo,nogal y cuero verde, la lámpara
antigua, de quinqué, luz opaca de tus noches de investigación, el estante
clavado encima de la mesa, al alcance de tu mano, con los tomos encuadernados.
Caminas hacia la otra puerta y al empujarla descubres un baño pasado de moda:
tina de cuatro patas, con florecillas pintadas sobre la porcelana, un aguamanil
azul, un retrete incomodo. Te observas en el gran espejo ovalado del
guardarropa, también de nogal, colocado en la sala de baño.''
''Cruzan el salón: muebles forrados de seda mate,
vitrinas donde han sido colocados muñecos de porcelana, relojes musicales,
condecoraciones y bolas de cristal; tapetes de diseño persa, cuadros con
es-cenas bucólicas, las cortinas de terciopelo verde corridas. Aura viste de
verde.''
Monólogo interior:
Es la voz del personaje en ausencia del narrador. Para
que el lector lo conozca con más profundidad.
''LEES ESE ANUNCIO: UNA OFERTA DE ESA NATURALEZA no se
hace todos los días. Lees y relees el aviso. Parece dirigido a ti, a nadie mas. Distraído,
dejas que la ceniza del cigarro caiga dentro de la taza de te que has estado
bebiendo en este cafetín sucio y barato. tu releerás. Se solicita
historiador joven. Ordenado. Escrupuloso. Conocedor de la lengua francesa.
Conocimiento perfecto, coloquial. Capaz de desempeñar labores de secretario. Juventud,
conocimiento del francés, preferible si ha vivido en Francia algún tiempo. Tres
mil pesos mensuales, comida y recamara cómoda, asoleada, apropiada estudio.
Solo falta tu nombre. Solo falta que las letras mas negras y llamativas del
aviso informen: Felipe Montero. Se solicita Felipe Montero, antiguo becario en
la Sorbona, historiador cargado de datos inútiles, acostumbrado a exhumar papeles
amarillentos, profesor auxiliar en escuelas particulares, novecientos pesos
mensuales. Pero si leyeras eso, sospecharías, lo tomarías a broma. Donceles
815. Acuda en persona. No hay teléfono.
Recoges tu portafolio y dejas la propina. Piensas que
otro historiador joven, en condiciones semejantes a las tuyas, ya ha leído ese
mismo aviso, tornado la delantera, ocupado el puesto. Tratas de olvidar
mientras caminas a la esquina. Esperas el autobús, enciendes un cigarrillo,
repites en silencio las fechas que debes memorizar para que esos niños
amodorrados te respeten. Tienes que prepararte. El autobús se acerca y tu estas
observando las puntas de tus zapatos negros. Tienes que prepararte. Metes la
mano en el bolsillo, juegas con las monedas de cobre, por fin escoges treinta
centavos, los aprietas con el puno y alargas el brazo para tomar firmemente el
barrote de fierro del camión que nunca ''
Técnica del contrapunto:
Es la combinación de tiempos simultáneos en el relato,
así como la combinación de lugares o personajes mediante esta
técnica, la narración adquiere mayor agilidad y dinamismo, exige la atención
constante del lector.
''Vivirás ese día, idéntico a los demás, y no volverás a
recordarlo sino al día siguiente''
''tu releerás''
''Estoy agotada. Ella ya se agoto. Nunca he podido
mantenerla a mi lado mas de tres días''
Técnica del flash back:
Consiste en romper el orden cronológico del relato, para
introducir recuerdos u otros tipos de evocaciones ocurridos en otra época
anterior a la que se lleva acabo en la historia.Hacen regresiones al pasado al profundizar en las cartas de Coronel.
"Palabras iban dirigidas a mi. 'No me detengas —dijo—; voy hacia mi juventud, mi juventud viene hacia mi. Entra ya, esta en el jardín, ya llega' . . . Consuelo, pobre Consuelo. . . Consuelo, también el demonio fue un ángel, antes..." contra el monstruo republicano, ve en el general Boulanger un rayo de esperanza, suspira por México, siente que en el caso Dreyfus el honor —siempre el honor— del ejercito ha vuelto a imponerse. . . Las hojas amarillas se quiebran bajo tu tacto; ya no las respetas, ya solo buscas la nueva aparición de la mujer de ojos verdes: "Se por que lloras a veces, Consuelo. No te he podido dar hijos, a ti, que irradias la vida. . ." Y después: "Consuelo, no tientes a Dios. Debemos conformarnos. ,;No te basta mi cariño? Yo se que me amas; lo siento. No te pido conformidad, porque ello seria ofenderte. Te pido, tan solo, que veas en ese gran amor que dices tenerme algo suficiente, algo que pueda llenarnos a los dos sin necesidad de recurrir a la imaginación enfermiza. . ." Y en otra pagina: "Le advertí a Consuelo que esos brebajes no sirven para nada. Ella insiste en cultivar sus propias plantas en el jardín. Dice que no se engaña. Las hierbas no la fertilizaran en el cuerpo, pero si en el alma..." Mas tarde: "La encontré delirante, abrazada a la almohada. Gritaba: 'Si, si, si, he podido: la he encarnado; puedo convocarla, puedo darle vida con mi vida'. Tuve que llamar al medico. Me dijo que no podría calmarla, precisamente porque ella estaba bajo el efecto de narcóticos, no de excitantes. . ." Y al fin: "Hoy la descubrí, en la madrugada, caminando sola y descalza a lo largo de los pasillos. Quise detenerla. Paso sin mirarme''
Técnica desorden cronológico:
Llamada también planos temporales, se caracteriza porque
no hay una secuencia lineal.No hay desorden cronológico. La novela es lineal cronológica ya que se mantiene en una secuencia lógica de los hechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario